HISTORIA ROSA SENSAT
Nunca pensamos que
tuviéramos que estar tan agradecidos con la profesora de nuestra hija.
Todo comenzó cuando
mi marido y yo decidimos matricular a nuestra hija en la escuela Sant Martí
dels provecals.
Patricia vino a casa,
después de su primer día, encantada con su nueva profesora, diciéndonos que
ella no es como las demás maestras, sino que pensaba que naturaleza y la
educación iban de la mano.
Mi marido, como es un
señor con pensamientos antiguos, decía que las niñas tenían que aprender el
oficio de ama de casa para poder atender a su futura familia. Me senté a hablar
con él y le dije que se dejara de tonterías y le pregunté que quién atendió la
granja cuando su padre se puso malo. Entonces José, me respondió que lo hizo su
madre (dándome la razón).
Aunque mi marido no
estuviese muy de acuerdo, al día siguiente mi hija Patricia, volvió a ir al
colegio y cuando regresó a casa nos dijo que su profesora Rosa los iba a llevar
de excursión a un pinar cerca del colegio. Yo me puse muy contenta y la dije
que se lo pasara muy bien y tuviese cuidado, que si no su padre se iba a
enfadar y la sacaría de la escuela.
Patricia, muy
contenta, nos contó a la vuelta de la excursión que su profesora Rosa los había
enseñado muchas cosas sobre la naturaleza, como por ejemplo, como venimos de
ella y como nos adaptamos al entorno... Como vimos a Patricia muy contenta,
decidimos dejarla en ese colegio y cuando paso el tiempo nos dimos cuenta de
que aprendía mucho allí, por ejemplo nos contaba que en las horas del recreo,
se daba paseos sola en busca de algún riachuelo donde poder ir a refrescarse.
Un día mi hija siguió
andando y andando hasta ese riachuelo y sin darse cuenta, paso el tiempo y cayó
la noche. Si sois madres entenderéis que con una hija despistada, lo peor que
puede suceder es que llegue la noche… Y así pasó, Patricia
se perdió.
Rosa, al ver que no
aparecía por clase, nos llamó muy preocupada y fuimos en busca de Patricia.
Tras muchas vueltas, la encontramos al lado del riachuelo sana y salva y muy
contenta de estar en con contacto con la naturaleza. ¡¡¡Hasta se había
construido una caseta con palos y hojas que buscó!!!
En cuanto nos vió,
vino corriendo a pedirnos perdón. Mi marido estaba muy cabreado, pero cuando
vimos la reacción de la maestra, nos sorprendimos porque no se enfadó, la dió
un abrazo y la felicitó por ser una chica valiente y fuerte y por haber pasado
ese mal rato de una manera educativa aprendiendo a hacer una caballa.
Desde ese día tan
peculiar, a Patricia le empezó a interesar y a gustar muchísimo la naturaleza.
Además, el pensamiento de mi marido cambió por completo, empezándose a dar
cuenta de que su hija y, cualquier otra mujer, pueden ser capaces de lo que
sea.
Asique solo me queda
decirte ¡¡¡Gracias Rosa Sensat!!!
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F. FERRER GUARDIA
F. GINER DE LOS RÍOS
MARÍA MATA
ROSA SENSAT
INTEGRANTES: Alba Vicente, Carla Mayorga, Pilar Sánchez, Elisa Martín, Cristian Prado, Lara del Pozo, Marta Fernández y Stephany Calderón.
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